Denuncian amenazas policiales en la protesta pro Sáhara de la cumbre

"Pequeño estado de excepción en los alrededores de la Mezquita". De esta forma describió ayer el Grupo Jaima de Córdoba lo acontecido el martes por la mañana, cuando un grupo de activistas pro Sáhara Occidental -entre los que se encontraban militantes del Frente Polisario- abucheó a los ministros que participaban en la cumbre internacional Diálogo 5+5, entre ellos el responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos.

Según el Grupo Jaima, que participó en la protesta protagonizada por poco más de una treintena de personas, los agentes de la Policía Nacional usaron "métodos coactivos" con los manifestantes. Según informó ayer el portavoz de este colectivo, Pablo Blanco, los agentes retuvieron a varios jóvenes "durante más de media hora para impedirles que se manifestaran", les expulsaron de los alrededores del palacio de congresos mientras entraban los ministros, retuvieron "de forma injustificada nuestros DNI" y profirieron amenazas de "pasar la noche en Comisaría si nos volvían a ver en la Mezquita" o "que nos ocupáramos de la mierda de nuestra ciudad y no de la de otros países". Este grupo reclama la independencia de la antigua colonia española en el Sáhara Occidental.

En la protesta no sólo participó el Grupo Jaima y algunos activistas del Frente Polisario, sino que también acudieron distintos grupos como la asociación Jóvenes por el Sáhara, militantes de las Juventudes Comunistas de Andalucía (JCA), el Grupo de Solidaridad de Ciencias de la Educación, el colectivo Juan XXIII y universitarios de manera voluntaria.

Dentro del palacio de congresos de Córdoba, los ministros del Norte y el Sur del Mediterráneo sólo hablaron del problema saharaui en los pasillos y en la sala de prensa a preguntas de los periodistas. El ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Taib Fassi Fihri, dijo a la televisión de su país que tanto España como Francia veían con buenos ojos una autonomía en el Sáhara Occidental, algo que no fue confirmado, ni mucho menos, por su homólogo del Gobierno español, Miguel Ángel Moratinos.